El proceso acelerado de emigración de los Saraguros se debe a la necesaria búsqueda de alternativas para mejorar la calidad de vida que no es posible en su tradicional e histórico asentamiento.  Esta emigración conlleva una pérdida de ciertos valores culturales, que se ven eliminados o afectados en razón de la adaptación a las nuevas circunstancias sociales y medio ambientales.
  Es así  que varias familias Saraguros han emigrado hacía muchas zonas de la provincia de Loja y otras provincias. Este es el caso de treinta familias Saraguros en Vilcabamba. Estas familias  han perdido el idioma Kichwa, su tradición artesanal como es el bordado y otras manifestación socio-culturales importantes como es la organización comunitaria, la música y la danza, entre otros.
Kawsay, está trabajando en Vilcabamba para, a través de un proyecto de integración socio-cultural, reincorporar los valores culturales y elementos sociales y contribuir en el desarollo de este núcleo de Saraguros en Vilcabamba.

En la geografía de Saraguro existe una serie de sitios arqueológicos que expresan la concepción práctica andina por aprovechar y conservar el medio Ambiente y los recursos naturales. Dicha expresión se la conoce como «tecnología de la terracería » la que hoy en día se encuentra muy abandonada a pesar de ser una tecnología que antiguamente se la utilizaba mayoritariamente para conservar el suelo a través de cultivos rotativaos de amplia diversidad.
  Hoy  se desea recuperar esta  tecnología para dar una alternativa tecnológica adecuada al medio Ambiente y no solo eso, sino que, siendo parte de la historia de los Saraguros, es necesario recuperarla para contribuir en su identidad cultural.  LA Fundación Jatun Kawsay, está trabajando junto a la Comunidad de Oñacapac para desarrollar esta actividad y poder generar una adecuada producción Agrícola  que permite la conservación del medio Ambiente.